domingo, 6 de diciembre de 2015

Arde Caracas


       Bastón del Avila, hija de Bolívar, guardián de Chávez, 6 millones de habitantes del epicentro de una república que heredó el nombre del principal libertador de Sudamérica, Simón Bolívar. Caracas es la ciudad más inquietante dentro de los límites de la posibilidad.Y no me refiero con ello a la inseguridad por la que es conocida, sino al tipo de experiencia que ofrece su visita, que combina perfectamente una exaltación urbana constante y la calidez gratuita de sus gentes, el gran pueblo bolivariano. Porque sí, porque los ciudadanos allí se llaman bolivarianos con orgullo, porque se dirigen al vecino como "amigo revolucionario", porque pintan sus calles con palabra propias de la rebelión de Bolívar.

       A pesar de ser considerada por fuentes oficiales como la segunda ciudad más peligrosa del mundo, después de Ciudad Juárez en México, Caracas es de cerca diferente, con un aire nervioso, sí, pero que dista bastante de la histeria colectiva que te venden a la hora de decir que vienes a Caracas. Es cierto que se percibe un factor de inseguridad en algunas zonas como el centro, pero algo moderado, así que es hora de desmontar el mito: Caracas no es tan peligrosa como dicen. Teniendo en cuenta unas pequeñas precauciones, se puede perfectamente salir y hacer vida normal con tranquilidad.

        La capital de la grandiosa Venezuela es la ciudad del nervio, de las calles rodadas a tope ("a full" en español caraqueño), de los semáforos que nadie respeta, del motorista a punto de atropellarte en paso de cebra, del metro por encima de sus posibilidades en términos de peso admitido y el autobús que sale sin horario fijo, sólo cuando se llena de gente o cuando el conductor se cansó de esperar, con ventanas desvencijadas donde está escrito a mano el precio del boleto, un cascajo medio roto que a duras penas marcha y nadie reclama pagar.

       Dominada por el Parque Nacional El Ávila, una cadena montañosa situada a dos kilómetros por encima del nivel del mar y que circunda la ciudad, a la par de protegerla de las sorpresas climáticas por su cercanía al Mar Caribe, Caracas esta prácticamente aislada en mitad de un inmenso país, todo queda lejos, nada está al alcance. Canaima, la Gran Sabana, Ciudad Bolívar, grandes lugares del país que hay que llegar por tu cuenta, porque Venezuela no piensa en el turista, o lo que es lo mismo, está hecha para el venezolano. Es un ritmo de vida que no deja opción al visitante, o te adaptas, o quedas fuera.

       El forastero con fines vacacionales no existe, solo está el trabajador, el hombre de negocios, el político, el trapichero de turno y, sobre todo, el ciudadano venezolano, el bolivariano que se levanta a las 4 de la madrugada para hacer cola en el supermercado porque es su día de compra en el sistema de adquisición de bienes por cédula. El fenómeno de la cédula es una de las más crudas realidades en Venezuela, una especie de cartilla de racionamiento que restringe el libre mercado y que limita la obtención de alimentos básicos, productos de higiene y medicinas a una vez por semana. Arroz, carne, o una simple pastilla de jabón, esos productos que resultan hasta banales en Occidente, resultan un auténtico oasis soñado en el país, peleados a fuego por los traficantes creadores del Bachaqueo, el fenómeno económico que circula en los bajos fondos de la economía venezolana. El Bachaqueo consiste en la venta ilegal de los bienes racionalizados por el Gobierno a través de la cédula a precios que triplican el precio original. Una verdadera pesadilla que fomenta el mismo sistema bolivariano y del cual todo el mundo es partícipe, arrastrados por la necesidad.

       Las elecciones del 6 de diciembre han creado una atmósfera de tensión en el país, más si cabe. Maduro está debilitado y el revés de Cristina de Kitchner en Argentina ha alertado aún más al sector chavista reforzando las campañas preelectorales con eventos como Caracas Suena 2015 (festival musical en el centro de Caracas) y un férreo control de los medios de comunicación. En el canal de televisión estatal, la VTV Canal 8, donde antes aparecía el Comandante predicando el Bolivarismo sin tapujos, los nuevos seguidores de la causa de Chávez, realizan charlas interminables dirigiéndose a los fieles del Padre de la Patria con un lenguaje cercano y castizo como él hacía, como si del amigo del bar se tratara.

       La capital de Venezuela que amanece temprano, vive de día en un estado de agitación constante, es difícil recorrer tan largas distancias atrapados en un tráfico imposible para ganar, al fin y al cabo, una media de 10 mil bolívares al mes, unos 14 euros cambiados al valor del bolívar en el mercado negro. Un bolivar vale 0,001 céntimos de euro, donde unos pantalones cuestan 3000 bolívares (un tercio de sueldo mensual), un café desde 50 hasta 200 bolivares y un billete de avión a Europa 85.000 bolivares (7 años trabajados). Esta inflacion del 200%, la escasez de alimentos básicos y el control del gobierno chavista han creado una situación insostenible de la que los venezolanos son conscientes y luchan desde una oposición cada vez mas fuerte a la Republica Bolivariana. Y de noche, bien temprano también, a eso de las seis, Caracas cierra el telón, la inmensa ciudad iluminada por un sol viscoso desde las 6 de la mañana, se vuelve literalmente oscura por la tarde. El alumbrado público es tan deficiente que Caracas vive desde la puesta de sol en un estado de blackout, que hace aun mas misteriosa la terrible Caracas.

       Es la ciudad donde las urbanizaciones más pijas (Chacao, Las Mercedes, Chuao Miranda, Altamira), se podrían comparar con una modesta barriada de cualquier ciudad alemana.. En los distritos más afectados por la crisis político-económica del sistema, como el famoso Petare, acontecen casi la mayoría de los crímenes y actos delictivos por lo que es tristemente conocida Caracas. Es una gran urbe llena de contrastes, de altos edificios de concreto (cemento) con aceras abandonadas por el sistema de mantenimiento municipal, de las Blackberries de hace 5 temporadas, de la escasez de agua embotellada y café con leche. Un estilo de vida sin normas, que ha llevado a los ciudadanos a unos niveles de abertura mental por encima de países europeos. Su capacidad de sorprenderse se encuentra bastante mermada, este ritmo de vida enrevesado ha desarrollado el umbral de tolerancia hacia lo diferente. Después de estar luchando el difícil día a día de Caracas para ganar cuatro perras, no están para tonterías y superficialidades varias. En Venezuela van a lo que van.

        Y, a pesar de todo esto, Caracas, funciona, funciona también porque se ha acostumbrado a un tipo de supervivencia por muchos años ensañada, de gente resignada que sabe sacar provecho de la contingencia. Porque es la ciudad de un pueblo cercano y atento, del bolivariano humilde que te saluda con la mejor de sus sonrisas, del opositor que te cuenta a la primera de cambio el porqué de la resistencia a Nicolás Maduro, de un discípulo del pueblo de Chávez que te dice "Hi, welcome" al creer que eres norteamericana y luego piden perdón al comandante. Porque es de sobras conocida la animadversión del anterior líder de la Revolución Bolivariana a su país vecino. En los muros de los barrios céntricos de la ciudad aun rezan pintadas de rebeldes bolivarianos del tipo: "Yankees, go home!".

       Caracas es también la ciudad del español meloso, de frases como "¡Qué fino!" ("¡Qué chulo!, ¡qué guay!" en España), del famoso "Chévere", del "Dale, dale" ("Venga, vamos"), del "irse de rumba o rumbear ("irse de marcha") y sobre todo, de la expresión más graciosa que haya escuchado en nuestro santo idioma: el llamado "¡A la orden!", una especie de muletilla multiusos que sirve para mil cosas: dar las gracias, las "de nadas", despedirse, saludar, o simplemente rellenar el discurso. No sé cuantas veces puedes escuchar al día estas palabras que parecen sacadas de una llamada a filas de la Revolución Bolivariana. "A la orden" y todas sus variantes, "estoy a la orden", "a su orden", "estamos a la orden", se dejan oír por las calles de Caracas en boca de cualquiera, un niño pequeño, el vendedor del mercado o el interlocutor de una llamada telefónica. Una locución idiomática registrada ya en el Diccionario de la Real Academia Española y que no está lejos de ese matiz militar que comentaba:

- a la orden
1. loc. adj. Com. Dicho de un documento, como un cheque o un pagaré: Transferible por endoso.
2. loc. interj. U. como fórmula militar de acatamiento o saludo ante un superior.
3. expr. U. como fórmula de cortesía para ofrecerse a la disposición de otra persona.


       Y sobre todas las cosas, por encima de todo este escenario, Caracas es la ciudad de Hugo Chávez. Es el centro neurálgico del Bolivarismo exacerbado que literalmente adora a este hombre, al que no puedes dirigirte con esta palabra, "hombre", sino con títulos honoríficos como comandante, libertador o líder, en adelante. Hugo Chávez de hecho existe todavía en el día a ida de Venezuela, en sus calles, en los medios de comunicación, en la gente. Todos terminan hablando de él, todos terminan mencionándolo para bien o para mal. Los muros de tanto las zonas urbanos como limítrofes de Caracas están inundados de imágenes de Chávez, Chávez rebelde, de joven, Chávez majestuoso de mayor, Chávez guerrero en traje castrense y boina al estilo "Ché", Chávez entrañable abrazando a una anciana, estrechando a un niño necesitado, Chávez socialista junto a Simón Bolívar.

        Al lado de los grabados que evocan a los principales líderes del movimiento bolivariano asoma de vez en cuando la imagen del actual presidente de la República, Nicolás Maduro. Un honor que a mi parecer le viene grande. Maduro es simple y llanamente un ahijado de Chávez sin el carisma y el poderío dignos de personajes míticos como Hugo Chávez, ni qué decir Simón Bolívar. El presidente de Venezuela es un hombre mediano al que intentan poner al nivel de Chávez con tal de continuar con la causa bolivariana, y que no le llega al talón de sus zapatos. Un político mediocre que sube algunos puntos en directo gracias a alguna que otra ocurrencia divertida en sus mitines preelectorales del 6 de diciembre, pero que ni de broma puede llegar a alcanzar la categoría de los grandes próceres del socialismo sudamericano. Y sin embargo, consciente o inconscientemente, gran parte del pueblo bolivariano lo sigue a ciegas, como si de una reencarnación del espíritu de Chávez se tratara.


















Las calles de Caracas están llenas de palabras y
 estampas que ponen de manifiesto el clamor del pueblo a Chávez.














       La fiebre popular por Chávez ha anestesiado a las masas que, en una especie de confusión paranoide, se niega a creer que Hugo Chávez ha muerto. El mausoleo del comandante, donde descansan sus restos, es un auténtico lugar de culto religioso. Situado en lo alto de Caracas, por delante de los verdes del Ávila, el Cuartel de la Montaña o 4F está custodiado por una fuerte guardia miliciana las 24 horas, y en el interior, rodeando la tumba, 4 húsares hacen vigilia y realizan cambios de guardia cada 2 horas, como si hace unas horas hubiera muerto. De hecho, los milicianos que guían la visita, a la que hay que asistir cubierta como en cualquier otro templo religioso, se niegan a pronunciar las palabras "el día que Chávez murió", y las sustituyen por un "el día que nuestro padre se elevó" menos doloroso. En el mirador del 4F que asoma a la capital y domina toda sus imponentes vistas, arde una llama rebelde, solemne, también las 24 horas, quizá de las pocas luces que uno ve en las noches de Caracas.

Cartel electoral del Partido Socialista Unido  22 noviembre de 2015


       Chávez, ese presidente que no se calló cuando todo un monarca europeo lo mandó callar, que se dirigía a George Bush como Mister Danger, lanzándole burlas del tipo:  "Eres un ignorante, eres un burro, o para decírtelo en mi mal inglés, en mi bad english: you are a donkey Mr. Danger (…) Cobarde, asesino, genocida, eres un alcohólico mister Danger, eres de lo peor". En la Asamblea de la ONU del 2006, donde ambos mandatarios coincidieron declaró: “Ayer el diablo estuvo en este mismo lugar. Aquí huele a azufre todavía”. Hugo Chávez aparecía invencible frente a sus enemigos, expresando sus opiniones con una sólida seguridad en si mismo . Él tenía palabras para todos, para Angela Merkel ("Señora canciller de Alemania, se puede ir a... Y no voy a decir más porque es una mujer. Ella es de la derecha alemana, la misma que apoyó a Hitler y la misma que apoyó al fascismo"), la vicepresidenta Condolezza Rice (“Parece que ella sueña conmigo. Soy capaz de invitarla a una reunión para ver qué pasa conmigo. Dijo que estaba deprimida por Chávez, ¡ay papá! Que se olvide de mí. Yo no hago ese sacrificio por la patria, que lo haga otro”).  Palabras que a mi sinceramente me hacen reír, viniendo de quien vienen y, sobre todo, por las personas a las que van dirigidas. Estaba dispuesto a hacer todo, absolutamente todo por su pueblo venezolano, hasta dar la vida, todo menos tomarse un café con aquélla señora.

       Hugo Chávez comenzó a ganarse al pueblo en las declaraciones televisivas tras el intento fallido de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. En ellas pronunciaba unas palabras, "por ahora", que le acompañarían el resto de su vida como presidente de la República. Hasta entonces, tan sólo era un militar que lideraba el pronunciamiento militar contra el gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez:

"Compañeros, lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. Es decir, nosotros acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de evitar más derramamiento de sangre. Ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse defintivamente hacia un destino mejor. Así que oigan mi palabra. Oigan al Comandante Chávez quien les lanza este mensaje para que, por favor, reflexionen y depongan las armas porque ya, en verdad, los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional, es imposible que los logremos. Compañeros, oigan este mensaje solidario. Les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, su desprendimiento, y yo, ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este Movimiento militar Bolivariano. Muchas gracias."

Hugo Chávez Frías, Rebelión Militar del 4 de febrero de 1992


       Sepulcro donde descansan los restos de Hugo Chávez,
dentro del Cuartel de la Montaña.





















       El "por ahora" de Chávez se convirtió en un lema al que harían alusión en reiteradas ocasiones como forma de ensalzar la revolución bolivariana y a su líder predilecto. En el corredor del 4F que conduce al atrio donde descansa la sepultura del presidente, a uno de sus lados, aparecen grabadas en los mármoles las declaraciones del 4 de febrero, y el célebre, "por ahora". En recordatorio de aquel discurso contra el neoliberalismo y el capitalismo, todos los 4 de febrero se conmemoraría el "Día de la Dignidad Nacional" en Venezuela.

       El 4 de octubre es otra fecha grabada a fuego en la historia del chavismo. El Comandante estaba muy enfermo y era el día de cierre de campaña. Caracas estaba entera echada a las calles. En 7 avenidas de la capital que alcanzaban un radio de más de 12 kilómetros, se congregaban miles apoyando la concentración del PSUV, el partido de Chávez. Llovía muchísimo y el agua entorpecía el poco espacio que quedaba entre los asistentes que vivían un estado de euforia. El pueblo bolivariano vivía un momento álgido y el fervor les hacía resistir cualquier condición, los heridos a causa de la avalancha y la tormenta quedaban atrapados en mitad del tumulto ardiente. Querían ver a Chávez, querían gritarle por ultima vez "¡Dios, Bolívar y Chávez!", y éste, aun sabiendo que salir y exponerse al diluvio sería crucial para su estado de salud, lo hizo. Él también sabía que podía ser la última vez y tenía que despedirse de su pueblo, nunca mejor dicho, y también, asegurar su descendencia política en la figura de Maduro. Si él daba el mensaje, cerraba mejor la puerta, el pueblo congregado haría lo que su Comandante dijera en ese momento. Chávez apareció bajo el furioso raudal de agua entonando el Himno Nacional, ante el estupor de la masa humana a punto de desvanecer:

"¡Viva la revolución, viva el socialismo, viva Venezuela libre, viva el siete de octubre, viva el pueblo venezolano, viva Bolívar, viva la juventud, viva la lluvia!...", dijo y efectivamente, volvió a convencer. El 7 de octubre de 2012, ganaba las elecciones presidenciales por cuarto mandato consecutivo para el período 2013-2019. Unos meses más tarde, el 5 de marzo, el eterno Comandante de la Patria murió. Y tal y como había planeado, aquel 4 de octubre, el día del diluvio histórico había amarrado bien sus cuerdas, las últimas, reafirmando su sucesión en la figura de su ahijado, así llamado por los chavistas, Nicolás Maduro. 




   Los simpatizantes de Nicolás Maduro llenaron la céntrica Plaza Simón
 Bolíva en un mitin del Presidente el 20 de Noviembre

















       Caracas no es una ciudad bonita, es como el "patito feo" de la preciosa Venezuela, y el garbanzo negro. Azarosa, exaltada, oscura, pero hospitalaria y generosa a la vez. No tiene bellezas arquitectónicas, elegantes monumentos, paisajes de ensueño. Pero ¿quién dijo que las ciudades más bellas son las que más tienen que gustan?. Caracas tiene una gran capacidad de ganarte, de envolverte en su aura surrealista y dejarte atrapada. No me crucé con Carlos Mata, no puede preguntarle si Cristal y él fueron eternamente felices, pero sí pude admirar, cada mañana, las vistas del balcón donde armaban las tragedias en Cristal, las vistas de Caracas, sus altos edificios de cemento y el Avila al fondo. Y es que Venezuela no es el país idílico de las telenovelas, o la crisis lo cambió o nunca lo fue. Y aunque reconozco que hubo alguna que otra situación complicada, me quedo con Caracas, me quedo con ella y sus cosas buenas, con sus avenidas sombrías, "a full", con sus túneles incruzables, con las miradas de Chávez en las fachadas, con las noches de rumba, y sobre todo, con el factor fortuito de sus paseos en los que, puede que se acerque alguien, de repente, con dudosas intenciones, puede que un coche te pase a un milímetro sin avisar, puede que el autobús salga dos horas más tarde de su horario oficial pero, ten por seguro que, de un momento a otro, en cuestión de segundos, alguien saldrá de una esquina para ayudarte y decirte aquéllo de: ¡A la orden!.









                     
       "No logré construir la torre de marfil                          que había soñado, por ahora"

                           Anónimo, en algún lugar de Caracas, algún día


domingo, 21 de junio de 2015

Tras los pasos de Amir, entrevista al maestro

25 de noviembre de 1963, Mar de Plata, Argentina, a unos 400 kilómetros de la gran Buenos Aires, nacía un niño. Nieto de sirios y descendiente de españoles e italianos, con esta impronta genética parecía estar ya destinado a hacer historia en la danza. Bajo el nombre de Amir José Thaleb Ape y Caravallo, llegaba al mundo el que hoy es el máximo exponente de la danza árabe en Argentina, creador de un estilo internacionalmente reconocido, y principal precursor del gran movimiento del Bellydance a nivel mundial. 

Amir de niño, ya bailando árabe en el escenario .
Amir se subió por primera vez a un escenario desde bien pequeño, por expreso deseo de su padre, presidente del Instituto Árabe Argentino de Cultura de Mar de Plata, quien lo animaba a participar en las fiestas que se organizaban desde la entidad cultural.

De la mano de su padre, que importaba a la Argentina las grandes producciones cinematográficas de Egipto, tuvo acceso a estas películas de un público muy minoritario en aquella época.  Eran auténticos fenómenos mediáticos en los países árabes donde bailarinas de la danza del vientre aparecían por
Amir interpretando Raqs Al Assaya, también llamado
  Saidi egipcio o danza del bastón.
primera vez a escena pública.
Eran Tahia Carioca, Samia Gamal, Nagwa Fouad y Soheir Zaki, entre otras, bailarinas que en ocasiones eran también las protagonistas de
las películas, alzadas al estrellato de la gran pantalla. Fueron las pioneras de la danza árabe como disciplina artística representada en público y que provocaron la eclosión mundial de lo que años
más tarde sería el fenómeno del bellydance.

Esta danza vivía en las décadas de los 50, 60 y 70 una época dorada, recordada con entusiasmo en todas las escuelas de danzas árabes de hoy en día. Con estas primeras bailarinas de las películas comenzaba la exportación de la danza del vientre a países occidentales y principalmente Argentina, el país no árabe que más ha contribuido en su proceso de internacionalización.

La diva egipcia Nagwa Fouad, fuente de inspiración de Amir.
Fueron las madres de la danza de vientre, autenticas divas que dejaron huella en un Amir adolescente quien, a escondidas de sus hermanas, veía estas películas para intentar imitar los movimientos de las bailarinas  e intentar aprender aquel baile hermoso de las estrellas de cine. Años más tarde, con su carrera artística ya consolidada, Amir llegaría a conocer en persona a 
Nagwa Fouad, la bailarina y actriz egipcia que sin quererlo, le había enseñado los primeros pasos observándola en sus películas.

Años más tarde, Amir se mudaba a Buenos Aires a estudiar ballet clásico con una beca, mientras hacía sus primeros contactos con los locales de  ambiente árabe para gestionar actuaciones, entre ellos el famosísimo restaurante Al Shark, punto de peregrinación en Buenos Aires para los amantes del Bellydance.



DVD instructivo de Dabke y crótalos. El dabke, danza
folklórica de origen sirio y libanés, es el estilo 

favorito  de Amir Thaleb.
Hasta entonces, él había aprendido a bailar con su padre quien le enseñó los primeros conocimientos como toda destreza que se transmite de forma espontánea y tradicional entre generaciones. Su abuela, según sus palabras, "me animaba a bailar en las reuniones". Era un baile más popular  e improvisado, sin las reglas y rigideces de escuela.  Por ello, Amir decidió adquirir la formación académica y profesional con maestros experimentados como el libanés Nahme, de la compañía de la cantante Fairuzla egipcia Mirvat Hamada, que importó en el país el glamour de los trajes espectaculares de escena desde su París de residencia, como se conciben hoy en día.  Con ellos aprendió los diferentes estilos del Bellydance, como el Khaleegy, Saidi, Dabke, etc., así como el trabajo con elementos,como  el velo, el bastón y el candelabro.


 El primer conjunto que formó Amir en los años 80, siendo pioneros
en el fenómeno actual de agrupaciones de artistas de Bellydance. 

Tras este contacto de primera mano con bailarines árabes, su formación quedaba completada. Contaba con todas las herramientas para formar su primer grupo de actuación con quince de sus alumnas, que ya se formaban en una destreza que en aquellos años era sólo patrimonio de una pequeña élite. En realidad con esta primera gestación nacía lo que años más tarde sería la Arabian Dance Company de Amir Thaleb, la compañía de danza árabe mas importante después de la Reda Troupe de Egipto, con la que Amir y su elenco han recorrido escenarios de decenas de países durante más de 30 años, contando con el aplauso y el reconocimiento del público experto, y cautivando a los que aún  no habían sucumbido  a los encantos de la danza del vientre.


Maestro de maestros, de las aulas de su escuela, la Arabian Dance School de Buenos Aires, han salido los bellydancers más aclamados a día de hoy, como Maiada, Saida Helou, Yousef Constantino, o Angeles Cayunao.  La ADS es un lugar de referencia en la enseñanza de la danza oriental, hasta donde viajan alumnos de dentro y fuera de Argentina para recibir las lecciones magistrales de Amir Thaleb. Escritor de su propia biografía (www.amirthaleblife.com), autor del libro “La Milenaria Danza del Vientre, el lenguaje oculto”, editado reiteradas veces en español, inglés e italiano, y filósofo, en ocasiones.

La ADC  actuando en el prestigioso Ahlan Wa Sahlan de El Cairo

Su estilo oscila entre la energía de los movimientos más dinámicos y terrenales del oriental con la volatilidad aérea del ballet clásico. Giros perfectos, shimmies de terremoto, y capaz de innovar sin caer fuera de los cánones tradicionales de la disciplina, sólo él es capaz de hacer esa especie de "dislocamiento" de hombros con gracia artística, y hasta introducir el shimmy de cejas en el momento más inesperado.

Ha recibido numerosos premios de instituciones oficiales fuera y dentro de su país, es invitado de excepción del mayor festival del mundo del bellydance celebrado en El Cairo, el Ahlan Wa Sahlan de la gran Raqia Hassan, no hay bellydancer de prestigio que no lo haya contratado para participar en su festival, entre otras, todas y cada una del elenco de las Bellydance Superstars de Jillina Carlano, como Amar Gamal y Tamalyn Dallal, con las que trabaja regularmente.

              La Embajada del Líbano en Argentina le otorga en 2012 un premio de
reconocimiento a su carrera.


Con su amigaTamalyn Dallal,
mi Bellydance-Superstar favorita


De aquí en adelante se podrían escribir mil páginas, hacer mil preguntas, tantas como años de trayectoria a sus espaldas. De todas, éstas son las que escogí. Sólo queda que lo cuente él.

- Una valoración general sobre el horizonte de la danza árabe a día de hoy

            A: Creo que la danza si no pega un cierto giro por las tradiciones se irá desvirtuando cada 
día mas y se hará un lenguaje alejado de lo real cada vez más superficial, creo que se puede evolucionar sin necesidad de "desautentizar" la danza. 

- Actualmente existen una auténtica euforia hacia la danza árabe que ha provocado la incursión de personas que sin una base técnica y cualidades artísticas valorables, se están dedicando profesionalmente a ello con mayor o menor éxito, ¿cuál es su postura ante esta situación?
         
       A: Hoy día vivimos en la cultura de la inmediatez, en la cultura Big Brother, pasa en todos los órdenes de la vida actual y extractos sociales. La gente no piensa en instruirse sino en salvarse y ser famoso;  obvio eso trae aparejado un cumulo de victimas que van cayendo en manos de estos improvisados pero la ley natural de las cosas jamás podrán alterarse el paso a paso, como suben caen sin oportunidad en volver  a levantarse como normalmente sucede en la vida. 

- Usted fue el principal precursor en la dignificación y profesionalización de esta disciplina dentro de las artes escénicas en Argentina, el país pionero en la escolarización y la creación del Bellydance estililizado, el academicista, el que se enseña rigurosamente por profesionales, a nivel práctico y teórico, algo que llegó con años de retraso a Europa, ¿existe una diferencia sustancial entre la danza árabe en Argentina y Europa, debido a este fenómeno?

             A: Argentina continua tomando esta danza como una profesión y en Europa, salvo raras excepciones, se la sigue tomando como un hobbie y obvio eso marca una gran diferencia. Se promueve poco la danza en los niños que son el futuro, Argentina y Rusia promueven mucho la danza infantil y eso forja en la gente otra visión, otra mentalidad. 

- La situación política por la que atraviesan alguno países árabes es muy delicada, los medios de comunicación de masas se hacen eco de estas noticias sin que haya mención alguna de una realidad, por la que la cultura árabe es mundialmente famosa y admirada, su danza. Sin embargo, no parece haber un consenso entre los bailarines por apoyar logísticamente a los países islámicos. ¿cree que los profesionales del Bellydance, como representantes de una parte de su cultura, deberían aunarse y apoyar la causa árabe públicamente?

            A: El mundo político y religioso en Medio Oriente es tan complicado y nada fácil de comprender a simple viste por eso es mejor no meterse en ese terreno sin chocar con muchos muros, cada árabe posee un punto de vista diferente de su situación, entonces la mejor manera de cultivar a la sociedad es brindando arte, el arte salva, el arte une lo que los políticos desunen. 

Con Tamallyn y Amar Gamal, de Bellydance Superstars
- También hay algunas bailarinas
que se interesan por la danza del vientre pero luego no son amantes
de la cultura árabe, e incluso llegan
 a criticar alguno de sus aspectos,
 ¿no le parece un contrasentido?

           A: No estamos obligados a aceptar todo de una cultura,para eso es importante informarse y comprender bien cada ángulo
 antes de dar una opinión. 

- En su libro cuenta que comenzó
a bailar árabe desde pequeño por expreso deseo ¿qué es lo que le
hizo afirmarse en el propósito de especializarse en la danza oriental y dedicarse profesionalmente a ello?

           A: La danza ha sido siempre mi guía en la vida, en mi búsqueda por ser yo mismo y en esta expresión la encontré

-También afirma que sus comienzos fueron laboriosos, la danza del vientre esbozaba su primeros aficionados en Argentina, detrás de los propios países árabes, con una afluencia aún pequeña, en un país con muchos problemas económicos, ¿como recuerda aquella etapa?
           
           A: Hoy la recuerdo como algo bello que todo lo vivido bueno y malo permitieron que sea quien soy hoy. 

- Sus primeros contactos con la danza árabe fueron de la mano de su abuela paterna, de origen sirio, luego alquilaba películas de las bailarinas egipcias antiguas como Nagwa Fouad, e intentaba imitar sus pasos frente al televisor. Años más tarde la llegó a conocer personalmente, ¿que nos puede decir de aquel encuentro?

           A: Son momentos soñados, regalos de la vida, momentos en la que sientes que tocas el cielo con las manos, poder decirle a quien ha sido una de las inspiraciones más grandes de mi vida cuanto ella significaba para mí, fue un momento cálido donde ella me brindó toda su calidez humana, y me confió cosas de su intimidad en su carrera que fueron reveladores para mí y que conservo en el cofre de mis tesoros más preciados. Siempre recuerdo su pregunta: Amir, ¿como haces para sentir tanto nuestra música sin siquiera hablas nuestro idioma?

Grupo de alumnas ensayando en la Arabian Dance School de Amir Thaleb
- A lo largo de su carrera, ha sido y es bailarín solista, en dúo, coreógrafo, profesor, etc., ¿con que rol se siente más cómodo y cuál  es el que más le gusta?
         
           A: Cada rol, cada danza, responde a un momento y necesidad especial de lo que uno va transitando en la vida, así que cada momento, cada rol ha sido y es importante para mí, hoy me siento muy bien bailando en una clase dos minutos para las alumnas, también disfruto aquellos momentos donde puedo 
desplegarme sobre un escenario solo o acompañado de otra bailarina, otro 
bailarín o un músico, cada momento, cada rol es mágico para mí. 

- Su forma de bailar es definida por expertos y el público como enérgica, pasional y elegante, ¿se siente identificado con esta definición? ¿qué es lo que siente cuando sube a un escenario?

           A: Soy todo pasión, sin pasión la vida es muy aburrida, si pierdo eso pierdo la vida. Si me siento completamente identificado con eso, me gusta que me definan así, así siento que soy. 

Impartiendo un taller de formación en Nueva York.
- Usted viaja constantemente a impartir seminarios en países de todos los continentes. ¿Hay algún lugar que le haya sorprendido especialmente por la calidad de las alumnas?

           A: En general es mundo del Bellydance es un mundo único, diferente y parecido al resto de la gente.  donde quieras que vayas, salvo en muy contados lugares que quizás son menos expresivas pero en general la danza ejerce esa magia que nos une en una misma pasión y terminamos todos hablando el mismo lenguaje humano. 

- Respecto al público, ¿qué nos puede decir?, y ¿hay algún país o ciudad, donde disfrute más actuando, Argentina, en Egipto, otro país quizá?

En  Japón, tour 2009.
           A: Adoro todos los públicos en que me ha tocado bailar pero siempre para mí es más especial el de un país árabe, porque ahí es donde está siempre el desafío mayor, pasar esas pruebas, ser aceptado y admirado para mí es rendir bien un examen muy grande. 

- El Bellydance es una danza muy técnica,  pero también muy emocional. Además, es muy poco agradecida, es decir, si no se realiza con unos cánones técnicos muy precisos y un talento que va mas allá de la pura técnica, se ve mal. ¿Qué es más importante desde su punto de vista ¿la calidad técnica de una bailarina o sus cualidades artísticas?

           A: 50% de técnica 100% de emoción pero casi siempre se ve al revés, esto es pasión, es gritar la vida en cada movimiento, la gente en general es muy mental, muy cerrada y esto apertura total. 

- ¿Cuál es la principal diferencia entre el Bellydance y los otros géneros de danza?

            A: Te permite ser tú mismo en todos sus aspectos, el flamenco, la danza oriental, son danzas viscerales, sin eso no se produce la magia. 

- La danza árabe está muy extendida entre el público femenino, sin embargo, hay un sector amplio de bailarines, que realizan un gran trabajo y son muy famosos en el mundo del Bellydance, aunque es aún minoritario, ¿cree que la afición llegará pronto a desarrollarse a gran escala entre los hombres, como ha ocurrido con las mujeres?

           A: No creo que llegue a ver más hombres en la danza que mujeres, en la historia de cualquier danza siempre ha sido así y han pasado muchos años y eso aún no ha cambiado, pero bueno, mejor para los hombres porque el que lo logra tiene más oportunidades, el publico es femenino y conviene que siga así, de esa forma siempre habrá mujeres que aplaudan a los hombres que se animan a bailar. 

  Amir y Saida, en los años en los que fue la primera bailarina
 de su compañía.
- Por su escuela han pasado muchas de las y los bailarines de más nombre actualmente, entre ellas, tengo que citar irremediablemente a Saida Helou, creo que a vuestros seguidores les encantaría que contara cómo fue aquella Saida adolescente en su primer día de clase de danza árabe en su escuela

             A: jajaj siempre recuerdo con mucha gracia su primer día de clase conmigo, yo daba clases en un pequeño departamento que tenia en ese momento y recuerdo que casi me tira al piso el televisor, jajaja, pero desde el primer día tuvimos química y congeniamos no sólo en la danza sino también en la amistad. 

- Una buena bellydancer, ¿destaca desde el primer día de clase?

          A: Una bailarina se ve con el tiempo, con el arduo trabajo; con el tiempo, he visto muchas chicas que son graciosas y se mueven bien el primer día y luego sólo quedan ahí y he visto a muchísimas que les ha costado horrores cada paso, cada sensación y en cambio así lograron ser una de las mejores. 

- Su opinión como crítico....¿su bailarín y su bailarina de árabe preferidos?.

            A: Ummm...cada uno posee un estilo propio y algo diferente que ofrecer, por eso no puedo encerrar en un solo nombre todo, pero algunas de ellas, Nagwa Fuad. Fifi Abdo, Mona Said, Mahmud Reda. 

- ¿Hay alguna bellydancer española que le guste especialmente?.

           A: Me gustan muchas, cada una en su estilo, Samara Hayat, Ana Saeda, Halima, y mucha más que he ido viendo a lo largo de los años. 

- ¿Tiene prevista alguna visita profesional a España próximamente?.

             A: Si Dios quiere en noviembre estaré en el Festival Muzalat en Madrid, estoy feliz de regresar ya que estuve yendo muchos años a Madrid y luego con la crisis se había cortado bastante, así que volver para mí es como volver a una vieja amada. Y en febrero en Barcelona a festejar los 10 años del festival de Munique Neith.

- Por último, ¿le queda algo pendiente por hacer como artista dentro de la danza árabe?

           A: Seguir dando lo mejor de mí como maestro hasta que mis huesos digan basta!!!!!.

Amir en una actuación reciente el pasado mayo.

Esta entrevista se ha forjado entre Marrakech, Casablanca, Córdoba argentina, Neuquén, Buenos Aires, Italia y Hungría, camino a Tijuana, en poco más de un mes desde que la acordamos, en los huequecitos entre viaje y viaje que, para mi orgullo, ha dedicado a la entrevista. En ningún momento se negó a contestar a alguna de las preguntas y siempre ha estado dispuesto a colaborar. Así, sin más, sin pedir nada a cambio. Tengo la sensación de que Amir Thaleb es una de esas personas inmensas, con las que podrías tomar un café eterno después de haberte llenado de emoción al verlo bailar horas suspendidas. Con esto, he podido confirmar que mi  intuición adolescente, cuando comencé a seguirle como él hacía con Nagwa, era cierta, y además ha extendido mi admiración del terreno profesional al personal. Maestros del arte y de la vida, por algo escriben páginas en la historia, por algo dejan huella en todos los que se cruzan en nuestro camino. Seguiremos emocionándonos contigo, aprendiendo del maravilloso mundo de la danza del vientre y mucho más, muchos años, "hasta que tus huesos digan basta!!!!!".


Preparando la entrevista...


                      
Dos de sus mejores vídeos, fusión oriental y solo de derbake



                     "El insensible observó el azul como la suma 
                      de dos colores, el sensible pudo percibir un 
                      abanico de colores. La manifestación artística 
                      es el horizonte más remoto que sólo son capaces 
                      de ver unos pocos"