martes, 29 de abril de 2014

Las manos de David

A David ya no le importaban las tardes de viento, ya no le importaban las tardes eternas de primavera, ya no le importaban los días de antaño. Hoy vuelve a importarle todo, las tardes de viento, de primavera, de antaño, porque Goliat venció con su miserable fuerza bruta, y le arranca de las manos su pequeña arma de astilla. Con las manos vacías de David, hoy vuelve a importar todo.